Hace unos años, construimos un horno de tiro superior, un modelo que se ha usado durante siglos en todo el mundo.
Su distribución es sencilla: en la parte inferior se encuentra la cámara de combustión o caldera, y la superior es la cámara de cocción de piezas propiamente dicha. Ambas partes están separadas por una parrilla, que en este caso se construyó con unas cuantas placas refractarias perforadas, resultando así una circulación vertical.
Después de algunas pruebas, conseguimos buenos resultados, tanto en cocción de bizcocho como de esmaltes.