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Carrito

Horno de leña de tiro superior

Hace unos años, construimos un horno de tiro superior, un modelo que se ha usado durante siglos en todo el mundo.

Su distribución es sencilla: en la parte inferior se encuentra la cámara de combustión o caldera, y la superior es la cámara de cocción de piezas propiamente dicha. Ambas partes están separadas por una parrilla, que en este caso se construyó con unas cuantas placas refractarias perforadas, resultando así una circulación vertical.

Después de algunas pruebas, conseguimos buenos resultados, tanto en cocción de bizcocho como de esmaltes.

Reconstrucción de horno

Hace unas semanas, uno de nuestros hornos de tiro invertido se derrumbó debido a las fuertes lluvias que afectaron a la zona donde tenemos el taller. Este horno carecía de techo y estaba a la intemperie, a merced de las inclemencias del tiempo, ya que se construyó de forma provisional únicamente con mortero de arcilla y agua, con la idea de facilitar su desmontaje al cabo de un tiempo. Lo usamos para quemar distintas especies arbóreas y vegetales con las cuales obtener cenizas para la elaboración de nuestros esmaltes.

Nuestro horno antes del temporal de lluvias.

Este fin de semana, hemos iniciado la reconstrucción, que concluirá en unos días. En este nuevo proyecto, hemos aprovechado para introducir algunos cambios que mejorarán la estructura. Aquí os dejamos unas fotos del proceso de reconstrucción.

Preparación del horno para una nueva cocción

Los hornos de leña necesitan un mantenimiento constante, debido a que las altas temperaturas provocan la dilatación y la contracción de la obra, ocasionando roturas en la estructura del horno y fisuras visibles en los ladrillos.

Por esta razón, antes de iniciar una nueva cocción, tenemos que vaciar el cenicero, revisar la chimenea y pintar el techo y las paredes interiores del horno con una mezcla a partes iguales de alúmina y caolín. Esta mezcla servirá como protección contra los álcalis, gases y cenizas volátiles.

Jaime Romero vaciando el cenicero del horno “Garum”.
Jaime Romero pintando el interior del horno “Garum”, con una mezcla de alúmina y caolín.